Miramos por la ventana antes de guardar definitivamente los bañadores y las sandalias y vemos algunas hojas caer de los árboles. Unos días ya llueve copiosamente, esos en que la manta, la peli y el sofá son los mejores compañeros de noche… nada, que en cuatro días Navidad.
Colores rojo y verde, objetos brillantes por todas partes, elegancia, glamour. Todo eso aparece ya en los catálogos navideños de regalos, y ahora, antes de ver los árboles desnudos es el mejor momento para encargarlos.